Cómo afecta este trastorno a la reproducción asistida

La infertilidad afecta a una de cada seis parejas durante el curso de su etapa reproductiva, y desde principios del siglo pasado se ha producido un incremento progresivo en su prevalencia.

La edad, a pesar de ser probablemente el factor más determinante, no es el único que ha demostrado ejercer un efecto directo sobre la capacidad de procrear. Los cambios sociales también han provocado modificaciones en los hábitos de vida, entre los que destacan la alimentación, el grado de actividad física, el tabaco, o el abuso en el consumo de alcohol y de cafeína.

Según datos de la OMS, desde 1980 la obesidad se ha más que duplicado en todo el mundo. En 2014, más de 1900 millones de personas adultas tenían sobrepeso, de los cuales más de 600 millones eran obesos.

En cuanto a la influencia de la obesidad sobre los resultados de los tratamientos de reproducción asistida, los estudios realizados concluyen que la tasa de recién nacido vivo es inferior en mujeres con obesidad.

Estas pacientes necesitan dosis superiores de medicación y durante más tiempo, obteniendo resultados con menor eficacia. Esto provoca un número inferior de ovocitos y embriones, y de peor calidad. Además, hay que sumar las alteraciones endometriales y, por tanto, una tasa de gestación inferior.

Por último, no debemos olvidar que las mujeres obesas tendrán un riesgo superior de aborto espontáneo y la tasa de muerte fetal es el doble respecto a la observada en mujeres con peso corporal ideal.