¿Cómo trabajan nuestros biólogos?

En el laboratorio de Reproducción Asistida nuestro pequeño paciente es el embrión, y todo nuestro trabajo está orientado a protegerlo, dada su alta sensibilidad ante las variaciones de luz y condiciones atmosféricas.

Por eso, nuestros biólogos trabajan prácticamente a oscuras, y no usan cosméticos ni perfumes para no desprender compuestos volátiles orgánicos que podrían afectar a los embriones. Además, para minimizar la posible entrada de partículas contaminantes tampoco pueden llevar joyas ni siquiera reloj, usan uniforme recién lavado cada vez que entran en el laboratorio, protegen siempre su cabello con un gorro, utilizan un calzado especialmente higienizado y antes de entrar pisan unas alfombras adherentes cuya función es retener posibles partículas contaminantes y evitar que éstas lleguen a la zona de trabajo.

Pero las garantías de seguridad en el laboratorio de Reproducción Asistida no se reducen únicamente a las condiciones ambientales. Mantener el control de la información en todos los procesos es vital, y por eso, los biólogos trabajan siempre en parejas, de forma que uno actúa como controller del otro, validando el procedimiento que realiza el compañero y garantizando así que todos los procesos se inician y finalizan según los objetivos previstos.

Y como los embriones no entienden de horarios ni de días festivos, nuestro laboratorio permanece abierto todos los días del año, para que en todo momento nuestros pacientes estén tranquilos sabiendo que éstos se encuentran a buen recaudo, en espera de ser transferidos al útero materno.