Las reflexiones de Cristina, mamá de un niño con adopción de embriones

Lucas nació el 13 de mayo. Es maravilloso… No diré que es lindo porque los bebes son todos feos y lindos. Lo que sé es que tiene unos gestos preciosos y que le quiero muchísimo.

Duerme escondido siempre bajo mi pecho. Hubo personas que me preguntaban si yo podría dar el pecho ¡cómo si no fuera un proceso natural por no ser mi óvulo! Hay tanta ignorancia…  Pues él toma el pecho compulsivamente y luego se esconde debajo para dormirse…

Fue curioso ver qué iba sintiendo en el embarazo: siempre sentí que la decisión de esta «adopción» era  genial: Somos dos que nos hemos adoptado, él a mi y yo a él. La reacción de la gente también es muy buena cuando lo explico.  No lo oculto, creo que puedo ayudar a muchas otras personas contando con naturalidad lo que hice.

Sé que hay gente que aun es reacia a pensar que no podrá utilizar sus óvulos o espermatozoides, pero la mayoría se da cuenta después de que es una tontería. Respeto absolutamente y comprendo a quienes así piensan, pero sería bueno que al final del camino sepan que existe esta opción y que es tan generosa como las adopciones de niños mayores.

(Barcelona, marzo 2011)