Cuando una pareja tiene dificultades para concebir, las miradas suelen dirigirse a ella. Sin embargo, la realidad biológica es distinta: en el 40-50% de los casos, el factor masculino es determinante.
Recibir un diagnóstico de infertilidad puede ser un golpe duro para la autoestima, pero en Institut Marquès tenemos un mensaje claro: un mal seminograma no significa esterilidad. Gracias a los avances en andrología y embriología, hoy podemos lograr embarazos sanos incluso en los casos más severos.
En este artículo, traduciremos los términos médicos complejos de su informe (como teratozoospermia o azoospermia) y le mostraremos el camino hacia la paternidad.
Todo empieza con una muestra. El seminograma es el mapa que nos indica qué camino debemos tomar en el laboratorio. No buscamos la "perfección", sino el potencial reproductivo.
¿Qué analiza el Seminograma? Es la prueba diagnóstica fundamental que evalúa la calidad del semen basándose en tres pilares: Cantidad (concentración), Movilidad (cómo nadan) y Morfología (su forma). Si sus resultados no están dentro de los parámetros de la OMS, no se alarme. Analicemos qué significa cada alteración.
Para que ocurra un embarazo natural, millones de espermatozoides inician una carrera, pero solo uno llega. Si hay pocos o son lentos, la carrera se complica.
Oligozoospermia (Pocos candidatos) Diagnosticamos oligozoospermia cuando la concentración de espermatozoides es baja (menos de 15 millones por mililitro). Es puramente un tema de "cantidad".
La solución: En una FIV convencional o inseminación, esto sería un problema. Pero con la técnica ICSI (donde inyectamos el espermatozoide), teóricamente solo necesitamos un espermatozoide viable por cada óvulo. La cantidad deja de ser un obstáculo insalvable.
Astenozoospermia (Dificultad para avanzar) Se refiere a la baja movilidad. Si los espermatozoides están vivos pero no se desplazan progresivamente (menos del 32%), no podrán viajar desde el útero hasta las trompas para fecundar al óvulo.
La solución: En el laboratorio, no les pedimos que naden esa maratón. Nosotros los llevamos directamente a la meta mediante micromanipulación.
A veces, la cantidad es correcta, pero la "arquitectura" del espermatozoide falla.
Definición rápida: Teratozoospermia Ocurre cuando la gran mayoría de los espermatozoides (>96%) tienen formas anormales: defectos en la cabeza, el cuello o la cola. Estas malformaciones pueden impedir que el espermatozoide penetre la capa externa del óvulo.
¿Cómo lo superamos? Aquí la tecnología es vital. Utilizamos microscopios de gran aumento (técnica IMSI) para examinar los espermatozoides con un detalle impresionante, seleccionando aquellos con una morfología perfecta para realizar la fecundación.
Es el diagnóstico que más asusta, pero requiere un análisis profundo antes de perder la esperanza.
Definición rápida: Azoospermia Es la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado. Puede ser obstructiva (hay "fábrica" pero los conductos están bloqueados, como tras una vasectomía) o secretora (problemas en la producción).
El "rescate" de espermatozoides (Biopsia/TESE): Que no salgan en el eyaculado no significa que no existan. Mediante una Biopsia Testicular (TESE), una intervención sencilla, nuestros urólogos a menudo pueden recuperar espermatozoides directamente del testículo para usarlos inmediatamente en una ICSI.
¿Qué pasa si el seminograma parece normal, pero los embarazos se detienen o la FIV falla? A veces, el problema está "dentro" de la cabeza del espermatozoide.
¿Qué es la Fragmentación del ADN? Son roturas en la cadena genética del espermatozoide. Un espermatozoide con ADN fragmentado puede fecundar, pero el embrión resultante suele tener mala calidad, provocando fallos de implantación o abortos tempranos. En estos casos, utilizamos técnicas de selección espermática avanzadas (como chips microfluídicos) para separar los espermatozoides sanos de los dañados.
Todas las condiciones anteriores (poca cantidad, mala forma, movilidad reducida) convergen en una solución estrella que ha revolucionado la medicina reproductiva.
Definición rápida: ICSI La Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI) es una técnica de laboratorio de alta precisión. En lugar de mezclar óvulos y espermatozoides en una placa (FIV clásica), el embriólogo selecciona el mejor espermatozoide y lo introduce delicadamente dentro del óvulo. Gracias a la ICSI, factores masculinos que hace décadas impedían la paternidad, hoy tienen tasas de éxito comparables a las de cualquier otro tratamiento de FIV.
¿Puedo mejorar mi calidad espermática con dieta? Sí, hasta cierto punto. El esperma se regenera cada 70 días. Una dieta rica en antioxidantes, dejar el tabaco y evitar el calor excesivo en la zona testicular puede mejorar parámetros leves, especialmente la fragmentación del ADN.
¿La ICSI aumenta el riesgo de problemas genéticos? No. Los estudios confirmen que la técnica en sí es segura. Si existe algún riesgo genético, suele estar asociado a la causa subyacente de la infertilidad severa del padre, no al procedimiento de laboratorio.
Si tengo vasectomía, ¿necesito donante? Generalmente no. Podemos aspirar espermatozoides directamente del testículo (Biopsia/TESA). Esos espermatozoides son aptos para realizar una ICSI con los óvulos de su pareja.