Servicios complemetarios
En Institut Marquès disponemos de una Unidad especializada en consejo reproductivo para pacientes oncológicas con el objetivo de ayudar a aquellas mujeres que han sufrido un cáncer y desean tener un hijo.
El 89% de las pacientes oncológicas evaluadas por Institut Marquès son aptas para iniciar un proceso reproductivo. Además, el 82% de estas han conseguido un embarazo mediante diferentes tratamientos y 7 de cada 10 han sido madres en menos de dos años desde que realizaron la consulta.
La necesidad de preservar la fertilidad en pacientes oncológicas es cada vez mayor, ya que la incidencia del cáncer en mujeres en edad reproductiva ha aumentado en los últimos años debido al retraso de la maternidad.
Una vez la paciente consulta en Institut Marquès porque quiere quedarse embarazada después de un cáncer, recopilamos sus antecedentes generales, ginecológicos, reproductivos y oncológicos, así como toda la documentación relacionada con su diagnóstico y tratamiento oncológico.
Esta Unidad atiende a pacientes de todo el mundo y permite que realicen la consulta sin necesidad de viajar, mediante videollamada y correo electrónico.
Un equipo multidisciplinar evalúa cada caso y emite una resolución sobre el tipo de tratamiento reproductivo a seguir, consensuado con el Servicio de Reproducción Asistida de Institut Marquès. Esta evaluación multidisciplinar ayuda a estas pacientes a ser madres sin incrementar el riesgo de recurrencia de la enfermedad.
Sí se puede ser madre después del cáncer
En este caso, la paciente recibe toda la información de los motivos médicos que desaconsejan que busque un embarazo. El médico también le explicará con detalle cuáles son las pruebas diagnósticas o los tratamientos oncológicos a seguir antes de volver a evaluar su caso.
Tasas de embarazo de pacientes oncólogicas
Cuando a una paciente se le diagnostica una lesión precancerosa cervical (llamada también displasia cervical, CIN o SIL ) es sometida a una colposcopia o una microcolposcopia que son dos sistemas ópticos que nos permiten visualizar el cuello del útero con una gran precisión para buscar las lesiones que han provocado la displasia. Una vez localizadas las lesiones se realiza una biopsia dirigida a la zona afectada. El resultado de la biopsia nos confirmará la lesión que padece la paciente así como su grado de gravedad.
No, se realiza en la misma consulta y raramente se precisa de anestesia local.
Si, generalmente son fácilmente curables con los distintos tratamientos de los que disponemos. Los casos de lesiones de bajo grado y muy bien delimitadas con la colposcopia pueden ser sometidas a tratamientos destructivos de la lesión con Láser de CO2 o criocoagulación. Las lesiones extensas o no fácilmente visibles deben someterse a tratamientos excisionales (extirpación), con asa diatérmica. Los casos más graves se someten a una intervención denominada conización en la cual se extirpa un fragmento del cuello del útero en forma de cono.
En los casos de factor masculino severo, antes de realizar la Fecundación In Vitro con microinyección espermática es importante proceder al estudio de la meiosis testicular para descartar anomalías genéticas en los espermatozoides que podrían dar lugar a fallos repetidos en la consecución de embarazo o anomalías embrionarias. En algunos casos, si hay número suficiente de células de espermatogénesis puede hacerse este estudio en semen
No, el cuello del útero tiene muy poca sensibilidad y generalmente realizamos estos tratamientos con el láser en la consulta o en régimen de cirugia ambulatoria en clínica. En los casos de tratamientos más profundos se pueden realizar con una mínima anestesia local o sedación.
Porque en la actualidad el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres españolas, considerándose que una de cada 10-13 mujeres va a padecerlo antes de los 70 años. Por otra parte, es uno de los tipos de cáncer en los que más ha avanzado la medicina en cuanto a diagnóstico precoz y tratamiento.
También hay una gran preocupación por parte de los estamentos sanitarios: los ginecólogos exploramos las mamas de todas las pacientes que acuden a revisión y se realizan campañas de sensibilización social para que todas las mujeres realicen controles periódicos.
En la actualidad, el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama requiere un enfoque multidisciplinar, con la coordinación de médicos de varias especialidades (ginecólogo, radiólogo, oncólogo, radioterapeuta, etc) en Unidades o Comités de Mama. Esto permite abordar cada caso de forma global, y consensuar de forma individualizada los pasos a seguir.
El cáncer es una enfermedad en que las células se alteran y se dividen sin control ni orden, formando tejido extraño; pueden invadir y dañar los tejidos y órganos cercanos. También pueden salir del tumor primitivo y entrar en la circulación sanguínea o en el sistema linfático, diseminándose y formando un tumor secundario en otra parte del cuerpo, llamado metástasis.
Hay diferentes tipos de tumores malignos de mama, pero todos tienen en común que forman un nódulo que puede diagnosticarse antes de que se extienda fuera de la mama.
Es el hecho de diagnosticar el cáncer de mama en mujeres que son clínicamente asintomáticas, es decir, antes de que el nódulo sea palpable.
Esto se realiza con los programas de screening con mamografías anuales, a partir de los 40 años. En los últimos 20 años los programas de screening han permitido incrementar la detección de tumores no plapables, e incrementar la superviviencia hasta un 90%.
Habitualmente un tumor mamario se palpa a partir de 1 cm. de tamaño, en esta situación la gran mayoría de los casos de cáncer son curables, pero el objetivo del diagnóstico precoz es diagnosticarlos antes, en estadios iniciales de menor tamaño o de microcalcificaciones.
Porque en la actualidad el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres españolas, considerándose que una de cada 10-13 mujeres va a padecerlo antes de los 70 años. Por otra parte, es uno de los tipos de cáncer en los que más ha avanzado la medicina en cuanto a diagnóstico precoz y tratamiento.
También hay una gran preocupación por parte de los estamentos sanitarios: los ginecólogos exploramos las mamas de todas las pacientes que acuden a revisión y se realizan campañas de sensibilización social para que todas las mujeres realicen controles periódicos.
En la actualidad, el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama requiere un enfoque multidisciplinar, con la coordinación de médicos de varias especialidades (ginecólogo, radiólogo, oncólogo, radioterapeuta, etc) en Unidades o Comités de Mama. Esto permite abordar cada caso de forma global, y consensuar de forma individualizada los pasos a seguir.
El cáncer es una enfermedad en que las células se alteran y se dividen sin control ni orden, formando tejido extraño; pueden invadir y dañar los tejidos y órganos cercanos. También pueden salir del tumor primitivo y entrar en la circulación sanguínea o en el sistema linfático, diseminándose y formando un tumor secundario en otra parte del cuerpo, llamado metástasis.
Hay diferentes tipos de tumores malignos de mama, pero todos tienen en común que forman un nódulo que puede diagnosticarse antes de que se extienda fuera de la mama.
Es el hecho de diagnosticar el cáncer de mama en mujeres que son clínicamente asintomáticas, es decir, antes de que el nódulo sea palpable.
Esto se realiza con los programas de screening con mamografías anuales, a partir de los 40 años. En los últimos 20 años los programas de screening han permitido incrementar la detección de tumores no plapables, e incrementar la superviviencia hasta un 90%.
Habitualmente un tumor mamario se palpa a partir de 1 cm. de tamaño, en esta situación la gran mayoría de los casos de cáncer son curables, pero el objetivo del diagnóstico precoz es diagnosticarlos antes, en estadios iniciales de menor tamaño o de microcalcificaciones.
En la mayoría de los casos, la cirugía es el primer tratamiento que recibe la paciente diagnosticada de cáncer de mama, con el objetivo de extirpar la enfermedad a nivel local. En algunos casos, la cirugía se pospone entre 4 y 6 meses de cara a iniciar tratamiento con quimioterapia u hormonoterapia; la reducción del tamaño del tumor bajo estos tratamientos nos permitirá a posteriori conservar la mama en el momento de la cirugía.
Es la extirpación quirúrgica de toda la glándula mamaria con parte de la piel, la areola y el pezón. Este tipo de cirugía solamente se realiza cuando es imprescindible para la curación. En muchas ocasiones es suficiente la extirpación del área afectada por el tumor. Es una intervención que supone una mutilación emocionalmente dolorosa. Requiere apoyo psicológico por parte del equipo médico, de la propia familia y en muchos casos deben apoyar a la paciente especialistas en psicología clínica.
No siempre: es posible conservar la mama en más de un 70% de las pacientes. Dependiendo de las características del tumor y de la mama de la paciente se puede realizar un tratamiento conservador. El tratamiento conservador (Tumorectomía, Segmentectomía o Cuadrantectomía) consiste en extirpar el tumor y los tejidos adyacentes, conservando la mayor parte de la glándula mamaria. Esto sólo es posible mientras no comporte un mayor riesgo para la paciente.
En la mayoría de los casos, el tratamiento conservador implica aplicar radioterapia sobre la mama operada para destruir células cancerosas que puedan haber quedado en la zona.
El sistema linfático es una serie de conductos parecidos a los vasos sanguíneos. Posibilitan que las sustancias nutritivas y las defensas lleguen a las diferentes partes del cuerpo. Estos conductos linfáticos desembocan en unos filtros que se llaman ganglios linfáticos, cuya misión es impedir el paso de infecciones o de células tumorales. A nivel de la axila, se encuentran ganglios linfáticos que actúan como primer filtro de los vasos linfáticos de la mama.
La linfadenectomía axilar consiste en extirpar todos los ganglios linfáticos de la axila correspondiente al lateral de la mama que presenta el tumor, esta operación permite determinar si las células cancerosas han entrado en el sistema linfático.
No: es posible preservar los ganglios de la axila en más del 60% de los casos. Cuando se diagnostica el tumor muy precozmente todavía está limitado al interior de los conductos glactóforos mamarios, en estos casos no es preciso realizar la linfadenectomía.
Además, existe una técnica alternativa a la linfadenectomía, el estudio del ‘ganglio centinela’ que permite saber si un tumor de mama se ha extendido hacia la axila sin tener que extirpar todos los ganglios.
La rehabilitación es una parte muy importante del tratamiento del cáncer de mama para ayudar a volver a la actividad normal lo antes posible, e impedir las restricciones de movimiento. La recuperación será distinta para cada mujer, dependiendo de la extensión de la enfermedad, el tratamiento recibido, y otros factores.
Los cuidados serán más importantes en los casos que se practique una linfadenectomía axilar; evitando esfuerzos por pesos excesivos, extracciones de sangre, desinfectando inmediatamente cualquier herida y utilizando repelentes de insectos en el campo y cremas solares en verano.
Sí. Una vez finalizado el tratamiento del cáncer de mama, es importante realizar exploraciones periódicas de seguimiento. El ginecólogo y el oncólogo seguirán controlando a la mujer. Los controles periódicos generalmente incluyen exploraciones del tórax, axila y cuello; así como mamografía, ecografía de mama, analítica de sangre de marcadores tumorales, radiografía de tórax, gammagrafía ósea y otras pruebas.
El ganglio centinela es el primer ganglio donde drena un tumor mamario y está habitualmente situado en la axila o en la cadena mamaria interna ( al lado del esternón). Estudiándolo podemos saber si un tumor de la mama se ha extendido hacia la axila.
La localización del ganglio centinela se realiza mediante un líquido marcado con isótopos (Tecnecio 99), que se inyecta alrededor o dentro del tumor, tras el cual se realiza una gammagrafía para su localización precisa. Al día siguiente se extirpan el tumor y el ganglio centinela y el ganglio se analiza inmediatamente por citología. Posteriormente se realiza el estudio correspondiente.
El estudio del ganglio centinela evita la extirpación de todos los ganglios y por tanto sus efectos secundarios, como edema del brazo, disminución de las defensas y grandes cicatrices. En términos generales, el estudio del ganglio centinela permite evitar un 70% de las extirpaciones de los ganglios.
Dependerá del tipo de tumor, tamaño y estado previo de los ganglios linfáticos.
En el estudio del ganglio centinela se acepta mundialmente un 4-5% de falsos negativos (extirpación de un ganglio que no es el centinela y/o micrometástasis no diagnosticadas), con la posibilidad de una recidiva local en el tiempo. El riesgo de acumulación de linfa en el brazo (linfedema) es muy inferior al de la linfadenectomía axilar, y sólo ocurre en un 5% de las pacientes.
El endometrio es la capa interna del útero. Generalmente el cáncer de endometrio se manifiesta de la siguiente forma:
Un diagnóstico de sospecha se realiza mediante la ecografía ginecológica y la histeroscopia. El diagnóstico definitivo se realiza por una biopsia de endometrio que se puede practicar en la misma consulta sin grandes molestias para la paciente.
Todos los casos de cáncer son graves pero el de endometrio permite tratamientos muy efectivos cuando se diagnostica en fases iniciales. El tratamiento se basa en la cirugía y, generalmente, radioterapia y posterior.