Un regalo del cielo que nos ha llenado de alegría

Querido Daniel, buenas noches.

Ha nacido nuestra hermosa bebé y es una alegría inmensa para nosotros. Durante todos estos meses de embarazo, Marcella no ha tenido complicaciones. El parto fue inducido de forma natural, la niña nació a término y está muy sana.

Con este mail quiero informarles de cómo han ido las cosas, pero sobre todo quiero agradecerles lo que han hecho por nosotros. Mi pensamiento está contigo (siempre puntual y exhaustivo), con Sasha y con Ilaria.

Un agradecimiento muy especial para nuestra doctora, quien literalmente nos tomó de la mano en un momento en que las cosas no iban bien y atravesamos por un momento de gran desesperación. A pesar de mis continuas preguntas y peticiones, quizás demasiadas, la doctora tuvo la paciencia de escucharnos y la confianza que infundió en nuestras almas nos impulsó a seguir adelante sin darnos por vencidos; un médico debe garantizar siempre la escucha y la empatía, pero en Italia no siempre hemos encontrado profesionales dados a la comprensión.

Si no la hubiéramos conocido, habríamos abandonado este sueño, para evitar más frustraciones y humillaciones. Gracias a su empatía y a su competencia profesional pudimos emprender el camino que nos ha llevado a este espléndido resultado.

Nuestra niña es un regalo del cielo que nos ha llenado de alegría; Marcella y yo nos dedicaremos en cuerpo y alma a darle una existencia feliz. Por el momento, no sabemos si volveremos en un futuro, ya os lo haremos saber. Pero, en cualquier caso, sea como sea, siempre os llevaremos en el corazón y nuestro cariño y estima por la doctora será imborrable, porque ella nos ha devuelto la vida.

Marcella y Antonio
(Pisa, agosto 2020)