El parto

¿Cuándo empieza un parto?

Un embarazo normal dura entre 37-42 semanas. Durante este periodo, el feto se considera completamente maduro y el parto puede suceder en cualquier momento. La fecha más probable de parto son las 40 semanas.

El parto es un proceso natural que precisa su tiempo desde el inicio de las primeras contracciones hasta la salida del niño. Raramente hay problemas para llegar a la clínica o al hospital.

La expulsión del tapón mucoso no indica necesariamente que empiece el parto, aunque si le preocupa mucho, no dude en consultarnos.

El parto empieza con contracciones rítmicas o con la rotura de la bolsa de las aguas.

Fases del parto

El período desde la primera contracción hasta el nacimiento se llama dilatación y su duración es muy variable, pero no es raro que en un primer parto dure más de 12 horas. En una segunda o tercera gestación suele durar mucho menos.

Las primeras contracciones son suaves pero progresivamente se hacen más regulares y más intensas.

Durante la dilatación la responsable del control del parto es la comadrona que permanecerá siempre a su lado y mantendrá informado al médico de la evolución del parto en todo momento.

En algunos casos el ginecólogo puede decidir la inducción del trabajo de parto. Esto quiere decir que no esperamos a que el parto se inicie espontáneamente de forma natural sino que desencadenamos las contracciones mediante unas medicaciones que se denominan oxitocina y prostaglandinas. Las indicaciones para la inducción del parto son múltiples como por ejemplo el embarazo prolongado, riesgo de parto precipitado,.

El período del expulsivo o la salida del niño habitualmente es corto y se inicia con la dilatación cervical completa. En este momento le colocarán en posición ginecológica (tumbada, con las piernas levantadas y separadas) y el médico le indicará que realice pujos en el momento de la contracción uterina. Esto provocará el descenso de la cabeza que es lo primero que sale y posteriormente todo el cuerpo del niño sin dificultad. Frecuentemente en el primer parto hay que realizar un corte en el periné, al lado de la vagina para ampliar el canal de parto y evitar un desgarro. Se denomina episiotomía y puede producirle algún dolor durante algunos días pero debe pensar que esta pequeña intervención puede evitar partos prolongados y descensos o prolapsos del útero en un futuro.

Posteriormente a la salida del niño se inicia el periodo del parto denominado alumbramiento. Una vez pinzado y cortado el cordón umbilical se puede proceder a recoger la sangre de cordón para su criopreservación como hemos comentado con anterioridad.Posteriormente se produce la expulsión de la placenta y contracción uterina.

La anestesia epidural

Cuando las contracciones ya son intensas, se ha adquirido un cierto grado de dilatación cervical y siempre que usted lo desee, se puede proceder a la anestesia peridural.

La epidural la realiza un médico anestesista infiltrando el anestésico local en la proximidad del canal medular mediante la punción con una aguja fina en la zona lumbar. Poco después usted notará que el dolor desaparece,  pero puede persistir la sensación de tacto. Se deja colocado un fino catéter para poder infiltrar más anestésico en caso de ser necesario. El efecto durará hasta después del nacimiento del niño.

En caso de haber tenido algún accidente con lesión de la espalda o caso de operaciones o desviaciones de columna, antes del parto deberá hacer una consulta al traumatólogo y al anestesista para valorar la posibilidad de realizar la anestesia epidural.

¿Qué instrumentos se pueden utilizar en el parto?

En un primer parto es frecuente que el ginecólogo deba ayudar a la salida de la cabeza mediante algún instrumento obstétrico para evitar prolongar el parto y abreviar el período expulsivo.

Los instrumentos más utilizados son:

  • Las Espátulas de Thierry que actúan a modo de calzador.
  • El Vacuum de silicona que actúa aplicando un ligero vacío y tracción en cabeza.
  • El Fórceps que nos permite rotar y extraer la cabeza.

Todos estos instrumentos aplicados con delicadeza y con las indicaciones de la obstetricia moderna no son perjudiciales para el recién nacido.

La cesárea

La cesárea es una intervención frecuente en nuestros días. Sus indicaciones son muchas y han aumentado en los últimos años. Estas indicaciones las dividimos en maternas y fetales. La cesárea puede ser programada o de recurso con el parto iniciado.

La cesárea puede ser necesaria por causa fetal, en caso de presentaciones anómalas como la de nalgas en un primer parto, o presentación transversa, la prematuridad extrema, la pérdida del bienestar fetal o incluso el sufrimiento fetal intraparto.

También puede estar indicada por causa materna en enfermedades asociadas a la gestación como la preclamsia grave, o la falta de dilatación o parto estacionado.

La cesárea se puede realizar bajo anestesia peridural, mediante una incisión baja y transversa en el abdomen. La recuperación es algo más lenta que el parto vaginal y habitualmente requiere de una estancia de 4-5 días en clínica.