Cuando una paciente va a ser sometida a una intervención quirúrgica o parto, se le indica que unos días antes visite al anestesista. El objetivo de este primer encuentro es establecer un contacto personal entre la paciente y el profesional. Durante la visita, el anestesista revisará que las pruebas pre-operatorias estén dentro de la normalidad, y la paciente podrá exponerle sus dudas, miedos, ansiedades y posibles problemas con anteriores anestesias para conseguir que llegue al quirófano lo más tranquila posible. Además, el anestesiólogo le pedirá firmar el llamado ‘consentimiento informado’, que es una hoja informativa obligatoria, en la que se exponen los problemas y requisitos que conlleva la anestesia que se va a aplicar.
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