Cuando descubrí que necesitaría una donante de óvulos se me partió el corazón. No podía creer que esto me estuviese pasando a mí. Nunca imaginé que no tendría un hijo que fuese mío de verdad. Después de visitar el Instituto Marquès por primera vez, todo empezó a cambiar. El trato del personal fue fantástico desde el principio. En la clínica se respira calma, relax y todo está impecable (a diferencia de la gran cantidad de clínicas caras de FIV que habíamos probado en el Reino Unido). El personal fue muy atento y con gran conocimiento desde el principio. Estuvieron disponibles todo el tiempo necesario con nosotros y respondieron a todas nuestras preguntas. Después de la primera visita volvimos a casa tranquilos y muy positivos. Encontraron a la donante de óvulos muy rápidamente y la transferencia de embriones fue muy relajada. La clínica hizo todo lo que estaba en sus manos para que todo fuese bien -y lo consiguieron-. Cuando volvimos al Reino Unido, siempre que teníamos que hacer alguna consulta para tranquilizarnos, nos respondían los emails en menos de una hora.
Durante el embarazo, Institut Marquès ha estado a nuestro lado y nos ha apoyado. Ahora que nuestra hija ha nacido, sólo puedo decir que es perfecta, que la donante fue muy bien escogida y la sentimos nuestra al 100%. Hay que pasar por el proceso para creerlo. Estamos muy agradecidos al personal, a Eva y a los doctores del Instituto por sus mails y llamadas apoyándonos durante el embarazo. Volveremos este verano para hacer otro ciclo de donación de óvulos. Recomendamos 100% Institut Marquès, que ha hecho realidad nuestro sueño.