En la antigua Grecia Hipócrates denominó a este carácter como “sanguíneo”: son personas cálidas, alegres, optimistas, extrovertidas, comunicativas, habladoras, entusiastas, sociables y de gran sensibilidad. Se adaptan muy bien a los cambios pero tienen problemas de concentración. Les gusta ser el centro de atención, necesitan sentirse queridos y querer. Son individuos muy inquietos, intuitivos, vivaces, optimistas y despreocupados.
Este tipo de temperamento es frecuente en los deportistas. Entre sus debilidades destaca la inestabilidad. También pueden resultar ser personas egoístas, indisciplinadas, desorganizadas y con poca fuerza de voluntad. Tienden a tener un humor muy variable y cierta inseguridad. Siempre hablan antes de pensar, pueden ser exagerados.
Por otro lado, son grandes seductores. Cautivan fácilmente a sus parejas y les cuesta superar los rechazos. Tienden a tomar decisiones basándose en los sentimientos más que en la reflexión y tienen una gran capacidad para disfrutar contagiando a los demás de su espíritu. Le encanta divertirse.
En Institut Marquès llevamos a cabo el matching entre pacientes y donantes de una forma minuciosa y totalmente personalizada: es un médico quien realiza la selección teniendo en cuenta los rasgos físicos y psicológicos de ambas partes.