Me llamo Lucas, nací el 9 de enero de 2012 a las 00:48h, y desde ese mismo instante tengo pendiente enviaros unas palabritas. Os pido que me disculpéis por no haber podido hacerlo antes, pero he estado muy ocupado enseñando y educando a mis papis que, como ya sabéis, son novatos. Seguro que entendéis lo dura que puede llegar a ser la vida del bebé de padres primerizos, porque he tenido que enseñarles a hacerlo todo: alimentarme, dormirme, bañarme… lo único que parece que les viene “de serie” es quererme; a eso no he tenido que enseñarles porque ya sabían hacerlo, incluso antes de conocerme.
Pues lo que os iba diciendo, tenía muchas ganas de escribiros porque quería explicaros que, a pesar de lo pequeño que soy, ya sé que tengo una mami y un papi que me quieren y me cuidan, dos yayas y un yayo que me adoran, unos tíos dispuestos a hacer cualquier cosa por mimarme y malcriarme y un montón de tíos y tías postizos a los que se les cae la baba conmigo. Pero es que las cosas no acaban aquí, porque soy el bebé más afortunado del mundo: además de todas estas personas yo tengo algo de lo que no todos los niños pueden presumir: me siento muy especial porque yo tengo dos Hadas Madrinas.
La primera de ellas alentó y animó a mis papis cuando ellos estaban tristes por no poder tenerme todo lo rápido que ellos hubieran querido; les ayudó a hacer realidad su sueño, que no era más que hacer que yo existiera en la tripita de mi mami. Mi Hada Madrina Marisa hizo que mis papis fueran las personas más felices del mundo el día que les enseñó “la lentejita” que era yo en la primera ecografía que me hicieron.
Y qué voy a decir de mi Hada Madrina Carme!!! Ella tomó el relevo de mi Hada Madrina Marisa para cuidarme durante 9 largos meses en los que no todo ha sido fácil… también hemos tenido momentos tristes… pero gracias a ella acabaron pronto y pudimos seguir adelante. Ella siempre me cuidó y veló por mí hasta el mismo día en el que nací, siendo el mejor ángel de la guarda que yo hubiera podido tener.
Marisa… Carme… sin vosotras no sería lo que soy, un niño sano y feliz de 17 días, con toda una vida por delante llena de vivencias y con una familia dispuesta a darme el amor, el cuidado y todo lo mejor que puedan ofrecerme… SOIS Y SIEMPRE SEREIS DOS PERSONAS ESPECIALES EN MI VIDA, MIS DOS HADAS MADRINAS.
Pero no quiero acabar esta carta sin deciros que no olvido a esas personas de vuestros equipos que, en un momento u otro, también han estado presentes:
La Dra. Anna Marti, el Dr. Hans Arce y el Dr. Braulio Peramo, que con tanto cariño contestaron las dudas de mis papis en todo el proceso hasta conseguir que yo existiera.
El Dr. Ferran García que se ocupó de mi papi en todo momento, animándolo para que no perdiera la esperanza. La Dra. Florencia Steinvarcel, que me colocó en la tripita de mi mami.
El Dr. Alex García Faura, que nos atendió a mis papás y a mí cuando la Dra. Carme lo consideró oportuno y fue tan maravilloso como el resto de personas a las que he mencionado.
Y también a Eli y el resto de ayudantes del Instituto que siempre tenían una sonrisa que ofrecernos y unas palabras amables.
Por todo esto y mucho más que se me queda en el tintero quiero daros las gracias por hacer realidad el sueño de mis papás y por hacer que yo me sienta el bebé más afortunado del mundo.